“ Hagas lo que hagas, sin importar como te enfrentes, si escuchas a tu hijo y a tus propios sentimientos, habrá algo que realmente puedas hacer para arreglar las cosas o sacar el mejor provecho, de lo que has estado haciendo equivocadamente”. Libro: Tu Bebe y tu Hijo. Penélope Leach.
La famosa psicóloga británica, insiste incansablemente que, los niños necesitan definitivamente en medio de un mundo acelerado y estresado, el tiempo de sus padres. Los hijos, no solamente hablando de bebés, y de su primera infancia, y a lo largo de su proceso de desarrollo hasta llegar a ser un adulto, necesitan atenciones personalizadas, intensivas, y duraderas. Es decir, crecer en un entorno que provea lazos afectivos perdurables, para ser emocionalmente estable.
Según Leach debemos estar convencidos que, criar un hijo es una actividad creativa y única, en las que los “ profesionales pueden ser útiles para los padres, pero nunca remplazarlos porque, aunque saben mucho de los niños en general, no saben nada de este niño en particular”. Pag 112.
Crianza una auténtica carrera
“Cuanto más seguros estén un hombre y una mujer de las diferencias e identidades comunes que les convierten en padre y madre respectivamente, descubrirán un mayor espacio, que no tiene que ver con el género, en el que pueden actuar de forma indiscriminada como padres, y menos confusos y defensivos se sentirán acerca de sus límites” (p. 72).
La crianza se ha convertido en un autentica carrera, en la que no se da el tiempo necesario a los niños para madurar, por cuanto, al saltar las etapas necesarias en la parte afectiva, intelectual y social, haciendo que los pequeños vivan experiencias mucho antes de lo que son capaces de asimilar plenamente que, aunque puedan educar, sin embargo, es mejor reconocer que el desarrollo debe ser paulatino, ya que al acelerarlo conseguiremos que surjan desajustes en el futuro.
Reflexionar acerca de poner a los niños primero, aunque sea un tema exigente, es buscar la manera de armonizar las propias aspiraciones, con el ser padres cariñosos que saben dedicar tiempo en el sentido pleno de este término a sus hijos.
Dejar o no llorar al bebé.
En cuanto a este tema, según Leach, dejar llorar a tu bebé le suscitaría daños cerebrales, proponiendo como elemento esencial establecer rutinas y pautas antes de ir a la cama, como contar cuentos o cantar una suave nana. Pues la base de su método es evitar que el bebé llore demasiado, pues se sentirá solo, defraudado y abandonado por sus padres, causándole secuelas de por vida. Aunque su postura tuvo muchos críticos, existen estudios que señalan que los niños bien cuidados producirán adultos estables.
Una aplicación para ayudar a la familia.
La propuesta de StoryBook App, es justamente provocar esos momentos de atención que tanto necesita un pequeño, demostrar el afecto es decididamente necesario para el bienestar físico, emocional y espiritual. La sensación agradable, de la cercanía, reduce la ansiedad, tranquiliza, ofrece seguridad, protección y confianza. El afecto hace más felices los días. Y al proveer a tu hijo ese afecto hará más liviana la responsabilidad continua de la crianza.
Al establecer una rutina cotidiana que provoca esos momentos íntimos, en las que las cálidas manos de papi o mami, mediante masajes, sencillos, guiados de una manera muy fácil, acarician su piel; el encanto de un cuento divertido, la música relajante, proporcionará grandes beneficios a tu bebé, sobre todo en su sueño, porque el dormir tranquilo repone su cerebro para continuar el gran aprendizaje de los primeros años de vida, a mas de que sin notarlo, día tras día, minuto tras minuto vas entretejiendo un cordón fuerte que sostendrá unidos su corazón y el tuyo para siempre.
Conforme crezca el pequeño, pronto descubrirá cual es su cuento favorito, pero sobre todo su momento favorito del día, en que podrá recibir toda la atención que requiere. Es increíble pensar que este tiempo exclusivo para el o ella, hace una gran diferencia, no solo en la estabilidad presente y en un sano desarrollo, sino en el impacto que representa para toda su vida.
La tarea de ser padres no es fácil, requiere grandes dosis de paciencia, tiempo invertido continuamente, sin embargo, la recompensa es grande, cuando miras a tu hijo con las bases adecuadas para afrontar la vida con equilibrio y motivación.
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