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¿Qué hacer cuando un niño no puede dormir?

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¿Tu hijo no puede dormir? Tranquilo, no estás solo. Descubre aquí 10 consejos prácticos para ayudar a tu pequeño a descansar.

Subido el:

30/5/2024

Actualizado el:

30/5/2024

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Cuando un niño no puede dormir, puede ser un desafío tanto para él como para ustedes padres. El sueño es esencial para el crecimiento y desarrollo de los niños, por lo que es importante abordar cualquier problema de sueño lo antes posible. 

Aquí te presentamos algunas estrategias que pueden ayudar a tu hijo a conciliar el sueño y como dormir a un niño en general. 

1. Establece una rutina de sueño regular

Es importante establecer una rutina de sueño regular para tu hijo. Esto significa acostarse y despertarse a la misma hora todos los días. 

Los patrones de sueño se aprenden en la infancia y cuando se repiten, se convierten en hábitos que mejoran su calidad de vida y su ánimo en general. 

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2. Crea un ambiente de sueño relajante

El ambiente en el que duerme tu hijo puede tener un gran impacto en su capacidad para conciliar el sueño. 

Con StoryBook app puedes asegurarle un ambiente relajado y puedes asegurarte que sea  oscuro, fresco y tranquilo, esto  puede ayudar a tu hijo a relajarse y prepararse para dormir.

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✨También es importante que sepas cómo tratar la ansiedad en tu pequeño. 

3. Implementa una rutina relajante antes de acostarse

Una rutina relajante antes de acostarse puede ayudar a tu hijo a desconectar y prepararse para dormir. Esto podría incluir actividades como leer un libro, algún masaje infantil, tomar un baño caliente o hacer algunos estiramientos suaves. StoryBook app te enseña cómo crear una sesion de masajes.

4. Evita las pantallas antes de dormir

La luz azul emitida por las pantallas puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Por lo tanto, es recomendable apagar todas las pantallas al menos una hora antes de la hora de dormir.

5. Fomenta la actividad física durante el día

La actividad física durante el día puede ayudar a tu hijo a cansarse y estar listo para dormir cuando llegue la noche.

6. Evita la cafeína y el azúcar antes de acostarse

La cafeína y el azúcar pueden estimular a tu hijo y dificultar que se duerma. Trata de evitar estos alimentos y bebidas antes de la hora de dormir.

7. Asegúrate de que tu hijo coma una cena saludable

El estrés puede dificultar el sueño. Ayuda a tu hijo a manejar el estrés mediante técnicas de relajación, como la respiración profunda o el yoga para niños. También puedes hablar con tu hijo sobre sus preocupaciones y ayudarlo a encontrar soluciones.

Asegúrate de que tu hijo coma una cena saludable. Una cena saludable puede ayudar a tu hijo a sentirse satisfecho y preparado para dormir. Trata de incluir proteínas magras, frutas y verduras en la cena.

Las alteraciones del sueño son muy frecuentes en niños con trastornos del neurodesarrollo como el autismo.
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¿A qué hora debe acostarse mi hijo?

La hora de acostarse de tu hijo dependerá de su edad y necesidades individuales de sueño. Sin embargo, la mayoría de los niños necesitan entre 9 y 12 horas de sueño cada noche. Habla con el pediatra de tu hijo si tienes alguna pregunta sobre cuánto sueño necesita.

Veamos la siguiente tabla: 

✨ ¿Qué pasa si un niño no duerme lo suficiente? Dormir lo suficiente es esencial para la salud física y mental de los niños. Cuando un niño no duerme las horas necesarias, puede tener dificultades para concentrarse en la escuela, ser más irritable y tener un mayor riesgo de padecer enfermedades. 

El primer paso para un sueño saludable comienza con la rutina diaria. Sé coherente. 
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¿Cuándo debería consultar a un especialista sobre los problemas de sueño de mi hijo?

Es importante buscar ayuda profesional si los problemas de sueño de tu hijo afectan significativamente su vida diaria o si presentas algún rasgo pronunciado que sea alarmante, estos pueden ser: 

  • Ronquidos fuertes o pausas en la respiración durante el sueño.
  • Movimientos anormales durante el sueño (p. ej., patadas, sacudidas).
  • Sonambulismo o terrores nocturnos.
  • Si sospechas que tu hijo tiene un trastorno del sueño, como apnea del sueño o narcolepsia.

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