Renata se enoja mucho cada vez que su mamá quiere inscribirle en clases de natación, llora, dice que ella no quiere aprender a nadar porque nunca va a ir a una piscina ni a la playa. Mami con mucha paciencia le pide que recuerde cuánto disfrutó en el agua con sus primos la semana pasada pero ella se niega rotundamente.
Ante una situación similar, no se trata de que quieres forzar a tu hijito a hacer algo que no le gusta, sino que sabes le ayudará a crecer sano, a más de que disfrutará de nuevas experiencias; pero ni siquiera quiere oír del tema. Que es lo que podemos observar, simplemente que tiene temor a encontrarse en una situación desconocida, a estar con personas extrañas, a ir a un lugar que no conoce, todo esto alimentará el miedo al fracaso.
El miedo al fracaso: brindar ánimo y ser paciente
El miedo es parte del crecimiento y será algo que nos acompañará a lo largo de la vida, el miedo impide que el niño se accidente y le librará de muchos peligros, sin embargo somos los padres los que debemos proveer las herramientas para que los chiquitines quieran intentar algo a pesar del miedo a fracasar.
Pensemos que los grandes triunfadores en la vida no son los que no tienen miedo, sino los que a pesar de ello lo intentan, la valentía no es la ausencia del miedo sino la capacidad de avanzar a pesar de ello.
La crianza requiere de paciencia, cariño y una gran dosis de respeto, y el ayudar a tu niño a superar el miedo a la contrariedad no es la excepción. Algunas situaciones pueden acentuar el miedo a fracasar:
- Tus expectativas en cuanto a sus logros son demasiado altas
- El temor a decepcionar a los demás.
- Experiencias negativas anteriores.
- Interpretación exagerada de las consecuencias.
- La manera en que los padres reaccionan ante sus propios fracasos.
Obviamente a nadie le gusta fracasar, pero el temor se puede convertir en un obstáculo para superar ese obstáculo.
El temor a fracasar provocará emociones negativas que impedirán que niños o niñas sean ellos mismos, e impedirá un desarrollo y crecimiento sanos.
Tienes que ser constante y elogiar el esfuerzo que hace tu hijo, y no siempre enfocarte en lo que no hizo bien. Hazle saber que tú crees que sí puede enfrentar su miedo a fracasar, motivándolo a que lo intente de nuevo, y manteniendo la paciencia cuando no quiera hacerlo, sin presionarlo ni forzarlo.
Recuerda que el fracaso no es más que la percepción relativa de algo que no resultó como lo esperabas.
¿Cómo funcionan las afirmaciones positivas?
La autoestima de un niño dependerá grandemente de lo que percibe por sus más cercanos, de quienes busca constante aprobación. Aunque no siempre lo exprese con palabras, lo hará mayormente con sus actitudes, por lo tanto es importante la manera como procedemos con él o ella, debemos expresar el amor de manera que sea interiorizado en su mente.
Las palabras positivas de afirmación retan a los pensamientos negativos y son el filtro entre lo que sucede a su alrededor y como el niño se siente, convirtiéndose en la motivación para intentar tomar riesgos al atreverse a intentar cosas que pueden ser desafiantes. Esas afirmaciones positivas pasan a formar parte del diálogo interno que le ayuda a aclarar la realidad y a tomar decisiones.
Las palabras son poderosas en la mente de un niño, ya que moldearán su personalidad, su autoestima y permanecerán en su memoria. Frases como, “ que tonto eres” “no haces nada bien”, “inútil”´, marcarán no solamente su infancia sino su vida adulta, el peso de las palabras, tienen la misma carga emocional que un golpe, ya que hieren profundamente sus emociones.
¿Cuántos NO… oye un niño en sus primeros años de vida? “ no toques” no cojas " no hagas esto o aquello”; por supuesto con la buena intención de que no se haga daño y de que aprenda, que junto con su propia etapa del “no”, han marcado su forma de actuar porque resulta más fácil decir no, que sí.
Las afirmaciones positivas que el pequeño recibe deben ir de la mano con el trato que le damos día a día, y nunca deben tener el ánimo de hacer una comparación con otros niños, sino más bien el valorar su forma de ser única, celebrar sus pequeños logros, ya que lo grande comienza con lo pequeño, es decir deben constituir una disciplina cotidiana.
El aprendizaje constante y los desafíos a los que se enfrenta un niño pueden hacerle sentir abrumado por las diferentes experiencias, es mucho lo que tiene que aprender a lo largo de sus primeros años y somos los padres, los llamados a fortalecer las bases para un mejor desempeño, aparte de que somos los que de una u otra forma impulsamos a que consigan resultados positivos, y que se arriesguen a nuevos desafíos.
Luego de varios meses, Storybook ha preparado con la aprobación de psicólogos infantiles, una serie de afirmaciones positivas que ayudan a impulsar la confianza y autoestima de tu hijo aún mientras duerme. “ Eres capaz”, “ eres inteligente” “eres importante” recordarán a tu chiquitín lo valioso que es.
Intencionalmente se debe propiciar un ambiente adecuado en la hora de acostarse, la cercanía que produce el contacto físico refuerza el área emocional de tu hijo. Puedes establecer una rutina adecuada que incluya un baño relajante, que el peque escoja cual es su cuento favorito, y con suavidad y ternura brindale los masajes que le producirán bienestar y adormilamiento, que será el momento ideal para que se duerma escuchando las afirmaciones positivas con la aplicación. Deja tu móvil encendido, con las afirmaciones positivas que entrarán en su mente y que tendrán el beneficio de empoderarle para superar su miedo al fracaso durante el sueño. Es posible que en tu día a día y por falta de tiempo no le expresaste a tu nene lo importante, inteligente y lo capaz que es, así que esta es una buena forma de hacerlo, a más del beneficio de desear superarse a sí mismo.
Redactado por:
Daniela Vega es una mamá emprendedora que ha dejado una marca significativa en el mundo digital. Fundadora de Storybook: Bedtime Stories, la aplicación líder en más de 90 países, ha impactado positivamente a innumerables familias alrededor del mundo. Además de su éxito empresarial, Daniela ha construido una comunidad sólida de más de 12.000 madres en Facebook, donde se apoyan mutuamente y comparten experiencias.
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