Enseñar a los niños a relajarse y gestionar sus emociones es fundamental para su desarrollo emocional e intelectual.
A través de juegos de relajación, los niños pueden aprender a identificar y manejar sus sentimientos de manera saludable.
Aquí te presentamos algunas actividades efectivas para fomentar la inteligencia emocional en los más pequeños.
1. El juego de la respiración
Ayudar a los niños a aprender técnicas de respiración profunda para calmarse y reducir el estrés. Siéntate con tu niño en un lugar tranquilo y cómodo, explicándole que la respiración profunda puede ayudar a calmar la mente y el cuerpo.
Pídele que coloque una mano en su barriga, inhale profundamente por la nariz y sienta cómo su barriga se hincha como un globo.
Luego, que exhale lentamente por la boca, sintiendo cómo su barriga se desinfla. Repite este ejercicio durante 5 a 10 minutos, animando a tu hijo a concentrarse en cómo se siente su cuerpo mientras respira.
Para hacerlo más divertido, usa un peluche en su barriga y pídele que lo "suba" y "baje" con su respiración.
2. El juego del globo
Enseña a tus niños a liberar tensiones y emociones acumuladas de una manera divertida y controlada.
En un espacio amplio, dile a tu hijo que imagine que es un globo que se está inflando. Pídele que inhale profundamente, levantando los brazos como si el globo se estuviera llenando de aire.
Luego, pídele que exhale lentamente y baje los brazos, imaginando que el globo se está desinflando. Repite este proceso varias veces. Para hacerlo más divertido, puedes usar un globo real y hacer que lo infle y desinfle mientras realiza el ejercicio.
3. El viaje sensorial
Ayuda a tus niños a desarrollar la conciencia plena y a relajarse mediante la exploración de sus sentidos.
Invita a tu hijo a sentarse o acostarse en un lugar cómodo y tranquilo. Guíalo en un "viaje" a través de sus sentidos, pidiéndole que cierre los ojos e imagine que está en un lugar tranquilo como una playa o un bosque.
Primero, pídele que imagine los sonidos que podría escuchar, como el canto de los pájaros o el sonido de las olas.
Luego, que imagine los olores, como el aroma del mar o de las flores. Después, que piense en las texturas que podría sentir, como la arena bajo sus pies o las hojas suaves.
Finalmente, pídele que imagine los colores y vistas de este lugar. Este ejercicio de visualización ayudará a tu hijo a concentrarse en sus sentidos y a relajarse profundamente.
4. La tortuga
El objetivo de este juego es enseñar a tus niños a tensar y relajar los músculos de su cuerpo para mejorar su control corporal. Invita a tu hijo a imaginar que es una tortuga.
Pídele que se acueste en el suelo y se encoja lentamente, como si estuviera entrando en su caparazón, tensando todos sus músculos. Luego, dile que se quede en esa posición durante unos segundos.
Después, pídele que "salga" lentamente de su caparazón, relajando todos sus músculos. Repite este proceso varias veces, animando a tu hijo a sentir la diferencia entre la tensión y la relajación en su cuerpo.
Este ejercicio ayuda a los niños a identificar y liberar la tensión muscular, promoviendo la relajación y el control corporal.
5. El escaneo corporal
El objetivo de este juego es ayudar a los niños a tomar conciencia de su cuerpo y a identificar las áreas que están tensas.
Pide a tu hijo que se acueste cómodamente y cierre los ojos. Guíalo a través de un "escaneo" de su cuerpo, comenzando por los pies y subiendo lentamente hasta la cabeza.
Pídele que preste atención a cómo se siente cada parte de su cuerpo, desde los dedos de los pies, las piernas, el abdomen, los brazos, hasta la cabeza.
Anímalo a notar cualquier área que se sienta tensa o incómoda, y luego a imaginar que esa tensión se disuelve con cada exhalación. Este ejercicio ayuda a los niños a desarrollar una mayor conciencia corporal y a relajarse profundamente.
Redactado por:
Daniela Vega es una mamá emprendedora que ha dejado una marca significativa en el mundo digital. Fundadora de Storybook: Bedtime Stories, la aplicación líder en más de 90 países, ha impactado positivamente a innumerables familias alrededor del mundo. Además de su éxito empresarial, Daniela ha construido una comunidad sólida de más de 12.000 madres en Facebook, donde se apoyan mutuamente y comparten experiencias.
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