“La crianza de hijos a uno le hace crecer, te ayuda a descubrir sentimientos que antes no conocías, a querer siempre lo mejor para ellos, a trabajar en la paciencia, en sentir que ellos son la motivación que te mueve día a día cuando quieres botar la toalla.” Esteban 40, papá de Claudia y Martín de 4 años.
¡Van a ser padres! Es la mejor noticia que puede recibir una pareja, cuando han estado esperando con tanta ilusión la llegada de un hijo, o, aunque sea una sorpresa inesperada, la vida nos cambia para siempre, no habrá fecha de caducidad, serás padre o madre hasta el último día de tu vida.
Cuando nace un niño, nos convertimos en padres biológicos, pero seremos verdaderos padres en medio de la crianza, en el acompañamiento diario, en las malas noches, las enfermedades, las preocupaciones… las risas, las sorpresas, las primeras veces de: los gorjeos, las palabras, los dientes, sus pasos… esa pequeña personita es parte tan tuya que ya no concibes tu vida sin ella. Hay un solo corazón latiendo en dos cuerpos.
Antes de que nazca, aprovecha para dormir, ya que luego no podrás hacerlo; tener hijos es costoso, requiere de mucho esfuerzo, te dirán algunos, sin embargo, unos cuantos con otra visión te contarán la maravillosa experiencia de ser padres.
“- Ha crecido mi sentido de responsabilidad - Ha potenciado la gratitud hacia mis padres - Está cultivando mi paciencia - Ha potenciado mi sentido de empatía hacia el resto - Me ha hecho planificar más mi futuro.” Sebastián 39, papá de Joaquín 6 y Olivia 3.
Si bien la crianza exige responsabilidad y sacrificio por parte de los padres, nos ayuda a mejorar en todas las áreas de nuestra vida.
En el área física:
- Según estudios, los padres tienen la presión arterial más baja, lo que reduce el riesgo de sufrir un infarto u otras enfermedades cardíacas.
- La lactancia reduce en cierta medida el riesgo de cáncer de mama.
- Los cambios hormonales modifican por alguna razón el cerebro, lo cual activa los sentidos para cuidar mejor del bebé, la mamá se siente más atenta e intuitiva.
- La salud en general mejora, los padres procuran llevar un estilo de vida lo más sana posible, puesto que quieren disfrutar al máximo el verlos crecer.
- Tu vida se vuelve mas activa, por los inesperados juegos. Las visitas a la piscina, los paseos al campo, a la playa, al parque o al zoológico.
En el área afectiva :
- Aprendes a amar incondicionalmente.
- Entiendes a tus padres, sus errores y aciertos, y reconoces lo que hicieron por ti.
- Se fortalecen los lazos afectivos dentro de la pareja.
- La necesidad de pertenencia se ve satisfecha.
- Te vuelves más empático y comprensivo.
- Sabes que estás creando una obra maestra y quieres imprimir tu sello.
En el área económica y profesional:
- Eres más cuidadoso con tus finanzas.
- Aumenta tu responsabilidad en el trabajo.
- Deseas crecer en esta área para ofrecer un mejor futuro a tus hijos.
- Se desarrolla tu creatividad para nuevos emprendimientos y búsqueda de recursos extras.
En el área intelectual:
- Te conviertes en maestro de vida. Aprenderá tu lenguaje y mirará el mundo a través de tus ojos.
- Vuelves a vivir tu infancia
- Tu mente se renueva, al recordar numerosas cosas que aprendiste en tus primeros años de escuela.
- Crece tu creatividad, ya que no dejas de inventar juegos, actividades, canciones, cuentos para motivar a tu pequeño.
- Te motivas a llevar a tu pequeño al cine, una obra de teatro infantil o a un concierto.
- Lees cuentos y le explicas el porqué de muchas cosas.
En el área espiritual
- Encuentras un sentido de trascendencia y de legado a través de la vida de tus hijos.
- Trabajas en tu interior para ser un mejor ser humano, con el deseo de transmitirlo a tus generaciones.
- Puedes desarrollar con más facilidad tus valores personales, estableciendo propósitos de vida de acuerdo con esos valores.
“Nos encontramos con un amor tan grande que nos desafía a mejorar nuestro carácter día a día…” Fausto, 5 hijos, 9 nietos.
Definitivamente la crianza de los hijos constituye un gran reto para los padres, pero aporta también grandes enseñanzas, sobre todo si somos observadores y empáticos, recobraremos la capacidad de maravillarnos ante las cosas que habíamos pasado por alto, como la espontaneidad, la capacidad de sorpresa, la inocencia o la confianza.
Los hijos además son nuestros maestros ya que mirarse en ellos es como mirarse en un espejo. Nos han observado tan bien, que saben como reaccionaremos ante diferentes circunstancias, lo cual nos enseña, nos da lecciones y nos motiva a mejorar.
Tanto papá como mamá se convierten en el eje principal de la vida de ese pequeño, desvalido y dependiente, y que, conforme crece y madura siempre requerirá del consejo sabio y de su apoyo.
Si bien los hijos no vienen con un manual de crianza, ellos mismos y en los errores y aciertos, en la vida misma, encontramos la oportunidad de crecer y ser mejores.
Aprendemos:
- Que, los mejores regalos, no son los más costosos, sino los invalorables, que vienen envueltos en lazos de cariño, tiempo y atención.
- Que, no solo alimentas su cuerpo, sino que forjas su personalidad.
- Que, mientras corriges un error le enseñas a pensar.
- Que, mientras le preparas para los aplausos, también lo haces para los fracasos.
- Que, tus palabras pueden ser como medicina, pero que también pueden herir como el golpe de una espada.
- Que, siempre debes dar una nueva oportunidad y que nunca debes rendirte.
- Que, hay palabras que no se escuchan con los oídos, sino con el corazón.
No existen el padre o la madre perfectos, es normal sentirse preocupado, confundido, enojado, abrumado e incompetente. Tampoco existen los hijos perfectos, que es normal que haga pataletas y berrinches, que no siempre se va a comportar como tu quisieras, pero todas las experiencias nos llevan siempre a querer ser mejores personas, no exclusivamente en el rol de padres sino en todos los aspectos de nuestra vida.
Conforme crece tu hijo y creces como madre o padre, forjarás una relación cada vez mas profunda y madura con tus hijos, que serán tus compañeros de vida, vivirás a través de ellos. Y cuando pasen los años, encontrarás en él o ella, el mejor apoyo para mantenerte siempre con animo para crecer y mantener la ilusión por la vida.{{cta('1f826432-7139-4edd-ae1a-050d7a8a1cec')}}
Escrito por:
Daniela Vega es una mamá emprendedora que ha dejado una marca significativa en el mundo digital. Fundadora de Storybook: Bedtime Stories, la aplicación líder en más de 90 países, ha impactado positivamente a innumerables familias alrededor del mundo. Además de su éxito empresarial, Daniela ha construido una comunidad sólida de más de 12.000 madres en Facebook, donde se apoyan mutuamente y comparten experiencias.
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