Mi hijo es muy nervioso: ¿qué puedo hacer?

Es natural que los niños experimenten nerviosismo en ciertas situaciones, pero cuando se vuelve algo constante, puede afectar su bienestar y desarrollo.

Afortunadamente, hay varias estrategias y actividades que puedes implementar para ayudar a tu hijo a manejar su nerviosismo y sentirse más tranquilo.

Aquí te presentamos algunas técnicas efectivas para apoyar a tu hijo en momentos de ansiedad.

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¿Qué es el nerviosismo infantil?

El nerviosismo infantil se refiere a la sensación de ansiedad y tensión que los niños pueden experimentar en diversas conductas y situaciones.

Entender las causas del nerviosismo de tu hijo es el primer paso para ayudarlo a manejar mejor sus emociones. 

Con las estrategias adecuadas, puedes enseñarle a identificar y controlar su ansiedad, mejorando su bienestar general. Para más información, puedes consultar nuestro artículo sobre ansiedad de separación.

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“Los niños pequeños a menudo sienten mucha angustia al separarse de sus padres, aunque estén seguros y al cuidado de otra persona.”
💡CDC

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¿Cuáles son las causas del nerviosismo infantil?

El problema del nerviosismo en los niños puede tener múltiples causas, y conocerlas puede ayudarte a encontrar las mejores estrategias para ayudar a tu hijo.

Las causas del nerviosismo infantil pueden dividirse en factores genéticos, ambientales y psicológicos.

Para obtener más información sobre cómo ayudar a tu hijo con la ansiedad relacionada con la escuela, puedes visitar nuestro artículo sobre como ayudar con la ansiedad escolar.

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Factores genéticos

Los factores genéticos juegan un papel importante en el nerviosismo infantil.

Si hay antecedentes de trastorno de ansiedad o trastornos del estado de ánimo en la familia, es más probable que el niño también experimente estas sensaciones.

La predisposición genética puede hacer que algunos niños sean más susceptibles al nerviosismo y la ansiedad.

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Factores ambientales

El entorno en el que crece un niño puede influir significativamente en su nivel de nerviosismo. Factores como el estrés en el hogar, cambios importantes (como una mudanza o la llegada de un nuevo hermano), y las experiencias escolares pueden contribuir al nerviosismo.

Un entorno estable y seguro es una medida crucial para ayudar a reducir la ansiedad en los niños.

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Factores psicológicos

Los factores psicológicos, como la percepción del niño sobre sus habilidades y la manera en que maneja el estrés, también pueden influir en su nerviosismo.

Los niños que tienen una baja autoestima o que son perfeccionistas pueden experimentar niveles más altos de ansiedad. Trabajar primero en la construcción de una mentalidad positiva y enseñar habilidades de afrontamiento puede ser muy beneficioso.

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¿Cómo identificar a un niño nervioso?

• Inquietud constante: El niño no puede quedarse quieto y siempre parece estar en movimiento.

• Dificultad para concentrarse: Tiene problemas para enfocarse en una tarea durante un período prolongado.

• Irritabilidad: Se enoja o frustra fácilmente, a menudo sin una razón aparente.

• Problemas para dormir: Tiene dificultades para conciliar el sueño o se despierta con frecuencia durante la noche.

• Comportamiento evitativo: Evita situaciones o actividades que le causan ansiedad o nerviosismo.

• Quejas físicas: A menudo se queja de dolores de cabeza, dolor de estómago u otros síntomas físicos sin causa médica aparente.

• Necesidad constante de seguridad: Busca constantemente la aprobación o la seguridad de los adultos cercanos.

• Cambios en el apetito: Come mucho más o mucho menos de lo habitual, a menudo debido al estrés o la ansiedad.

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¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a calmarse?

Para ayudar a tu hijo a calmarse y manejar su nerviosismo, hay varias estrategias que puedes implementar en su rutina diaria.

Para más información y consejo sobre actividades específicas, puedes consultar nuestro artículo sobre actividades para calmar la ansiedad en niños.

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Implementa técnicas de relajación 

Las técnicas de relajación pueden ser muy efectivas para ayudar a los niños a calmarse.

Una herramienta útil es la aplicación Storybook, que combina cuentos para dormir con técnicas de relajación como la respiración profunda y la meditación guiada. Utilizar esta app antes de acostarse puede ayudar a tu hijo a relajarse y dormir mejor y así reducir su nerviosismo general.

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Establece una rutina diaria

Una conducta rutina diaria proporciona estructura y predictibilidad, lo que puede ser muy reconfortante para los niños nerviosos. Establece horarios regulares para las comidas, el juego, el estudio y el sueño. Saber qué esperar en su día a día puede ayudar a reducir la ansiedad de tu hijo.

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Crear un ambiente tranquilo y seguro en casa

Asegúrate de que tu hogar sea un lugar seguro y acogedor.

Crea espacios tranquilos donde tu hijo pueda relajarse y descansar. Minimiza el ruido y las movimientos distracciones en estos espacios para ayudar a tu hijo a calmarse más fácilmente.

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Fomenta la actividad física

La actividad física es una excelente manera de liberar energía acumulada y reducir el estrés. Anima a tu hijo a participar en deportes, juegos al aire libre o cualquier actividad física que disfrute.

El ejercicio de forma regular puede mejorar el estado de ánimo y la capacidad de tu hijo para manejar el nerviosismo.

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Evita situaciones que desencadenen el nerviosismo

Identifica y trata de evitar las situaciones que sabes que desencadenan el nerviosismo en tu hijo. Si ciertos eventos o actividades son inevitables, prepárale con antelación y enséñale estrategias para manejar su ansiedad.

La preparación y todo el apoyo pueden hacer una gran diferencia en cómo tu hijo afronta estas situaciones.

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Diferencias entre nerviosismo y ansiedad en niños

Es a veces importante distinguir entre nerviosismo y ansiedad en los niños, ya que aunque son términos a menudo usados indistintamente, tienen diferencias clave:

• Nerviosismo: Es una respuesta temporal y natural a situaciones nuevas o estresantes, como un examen o una presentación en la escuela. Generalmente, el nerviosismo desaparece una vez que la situación estresante pasa.

• Ansiedad: Es una respuesta más persistente y a menudo desproporcionada a las situaciones, incluso cuando no hay una amenaza inmediata. La ansiedad puede interferir significativamente con la vida diaria del niño, afectando su bienestar y funcionamiento general.

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