Cuando hablamos de niños estresados, tendemos a pensar cuáles son las circunstancias que podrían producir el nerviosismo o ansiedad en los niños, y cómo podríamos ayudarles a superar esa situación.
Esa sensación que puede ser normal cuando el pequeño tiene que adaptarse a situaciones que para su tierna imaginación parecen enormes como si fueran un monstruo gigante. Puede temblar como un perrito asustado, su corazón late aceleradamente, presenta sudoración; tiene miedo a lo que pasará en el futuro, sin ser consciente de lo que es el hoy o el mañana. Entre las mejores opciones para superar los temores infantiles están sin lugar a duda los masajes; por el consuelo que brindan, por el alivio emocional e incluso por el aumento de la resiliencia que pueden provocar.
¿Por qué mi niño se estresa?
De pronto el niño muerde sin ninguna razón, rechina los dientes, agita sus dedos rápidamente; se frota las manos, mueve las piernas, no se queda quieto, o rompe a llorar cuando se ve en una situación angustiante. Todo esto nos lleva a preguntarnos ¿por qué mi niño se estresa?.
Debemos preguntarnos ¿cómo somos nosotros como padres? estamos continuamente recalcando los peligros de lo que le podría suceder: si salta… si corre… si se cae… o inclusive a mencionar que si tuerce los ojos se va a quedar así, o que si saca su mano por la ventanilla del automóvil perderá su brazo. O que, si se porta mal, vendrá la policía a llevárselo. Por supuesto que debemos advertirles de los peligros, pero sin ser tan dramáticos.
En la tierna imaginación de un niño, una persona adulta puede parecer un gigante, o en la oscuridad viven los “malos”, la sombra de un árbol a través de la ventana es un duende. La palabra de los padres o cuidadores tiene un gran peso en su susceptibilidad, y si ellos lo dicen así debe ser.
Otra de las razones para la nerviosidad, puede ser la tensión en el hogar, dificultades en la relación entre el papá y la mamá, conflictos en la crianza. La imitación de la ansiedad o temor en su casa. La sobreprotección o separación de los padres.
Se debe aclarar que también influye el factor genético, temperamento, crianza, ambiente o las experiencias traumáticas.
La edad de los miedos
- En su primera infancia, hasta los seis meses el pequeñín, no muestra la emoción del miedo.
- A los 6 meses aparece el miedo, a las alturas, a personas extrañas, que son miedos programados genéticamente y de valor adaptativo. Miedo a la separación de su figura de apego.
- 12 a 36 meses, se intensifica el miedo a estar separado de sus padres, y a personas desconocidas, que desaparecerán progresivamente. Temor a los animales pequeños o a los ruidos fuertes como los de una tormenta.
- 3 a 5 años: Evolucionan los miedos, continúan los de la anterior etapa, pero se incrementan por la entrada en escena de estímulos imaginarios, los monstruos, la oscuridad, los fantasmas, algún personaje del cine o de la tele. Esto va en concordancia con su desarrollo cognitivo. Aun los temores, como el de los animales pueden perdurar hasta la adultez.
Los masajes ayudan a calmar los nervios
El masaje infantil es una técnica milenaria que aporta múltiples beneficios tanto físicos como emocionales. La piel es el órgano más extenso que tenemos en el cuerpo, aun desde el útero percibe la temperatura y presión, y desde que el niño nace su piel es el receptor de múltiples mensajes que ayudan a regular su estado anímico y emocional, al igual que la función de los órganos. A través de la piel entra en contacto con el mundo, tanto para expresarse, como para recibir información del medio que le rodea.
El toque amable y cariñoso estimula la piel provocando momentos de serenidad y descanso tanto para el niño como para los padres, convirtiéndose en un instrumento de comunicación y de vínculo afectivo.
El masaje favorece el regreso de la sangre al corazón y su salida, genera un efecto relajante y favorece la oxigenación. El contacto físico tiene la capacidad de disminuir las aprensiones y calmar la mente, además de fortalecer el organismo.
Aumenta la percepción de seguridad del niño, ya que estar acompañando y arropado por sus seres queridos favorece la confianza en sí mismo. Induce los lazos afectivos con mamá o papá, se convierte en un momento único y exclusivo con el niño que ayuda a eliminar sus miedos que conducen al nerviosismo.
Storybook App tiene cuentos entretenidos, educativos, originales y novedosos con técnicas de masajes y una amplia biblioteca musical. Esta aplicación se constituye como una herramienta invaluable para que, a través de la dedicación y el amor, se establezca una saludable rutina que aportará beneficios y sosiego a los niños nerviosos y a sus estresados padres.
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Escrito por:
Daniela Vega es una mamá emprendedora que ha dejado una marca significativa en el mundo digital. Fundadora de Storybook: Bedtime Stories, la aplicación líder en más de 90 países, ha impactado positivamente a innumerables familias alrededor del mundo. Además de su éxito empresarial, Daniela ha construido una comunidad sólida de más de 12.000 madres en Facebook, donde se apoyan mutuamente y comparten experiencias.
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