El masaje Shantala es una forma de expresar el amor, la ternura, el respeto y la comunicación al bebé que recién ha llegado al mundo. Es una manera de decirle desde el corazón, “ te amo”, sin necesidad de palabras, sino con el toque suave de las manos, y de una caricia mediante la mirada que viene de lo mas profundo de nuestro ser.
Origen del masaje Shantala
Shantala es el nombre con el cual se conoce en el mundo occidental a este tipo de masaje milenario, fue por medio del famoso ginecólogo y obstetra francés Frederick Leboyer, defensor del parto sin violencia, quien, en un viaje por India en los años 50, observó en las calles de Calcula, a una sencilla mujer llamada Shantala que realizaba un masaje a su bebé, de manera natural.
"Leche y tacto, calor y abrazos y alimentos a través de las manos. Este arte sencillo, tan simple como antiguo ayuda a los bebés a aceptar que han nacido y les hace sonreír y florecer a la plenitud de la vida por dentro y por fuera.”
(Shantala: Manos amorosas, Doctor Frédérick Leboyer)
Beneficios del masaje Shantala
El masaje Shantala se basa en una presión suave con movimientos descendentes que buscan la relajación del bebé. El ritmo debe ser lento sin ninguna prisa.
Para el bebé (en especial prematuro)
Es especialmente beneficioso, sobre todo para bebés que han nacido con bajo peso o prematuramente:
- Ayuda a fortificar y tonificar los músculos.
- Cimenta su seguridad y confianza.
- Fortalece el vínculo íntimo con sus padres.
- Colabora con su crecimiento.
- Brinda armonía con su nuevo entorno.
- Favorece el sueño.
- Estimula el sistema nervioso.
- Mejora la digestión, evitando los cólicos, gases y estreñimiento.
- Hidrata la piel y la nutre.
Para mamá y-o papá
- Produce una sensación placentera que nos relaja.
- Reduce la depresión postparto.
- Se conoce la personalidad del bebé y sus necesidades.
- Refuerza la conexión afectuosa con el pequeñín.
- Aumenta la confianza y familiaridad.
¿Cuándo se debe dar el masaje?
En el primer mes se debe comenzar con suaves caricias, evitando la cara del bebé. Poco a poco y con calma se integrará el masaje.
Aunque cada familia tiene su propio ritmo, lo más adecuado será buscar el momento preciso tanto para el bebé como para la mamá. Se podría realizarlo por la mañana o por la noche antes del sueño. Luego del masaje se le dará un baño para completar el efecto de relajación. El masaje no se debe aplicar cuando el bebé esté recién alimentado.
En caso de que el chiquitín presente fiebre, gripe, o alguna infección no se debería dar el masaje.
¿Cómo hacer el masaje Shantala?
Es muy importante que la habitación tenga un ambiente cálido, ya que el bebé deberá estar desnudo. Evitar ruidos, para provocar la tranquilidad y relajación del pequeño.
Tómate unos momentos para estar en calma y paz contigo misma; cierra los ojos e inhala profundamente y luego dejar salir el aire.
Los bebés son extremadamente sensibles, y podemos trasmitirles nuestro el estrés y nerviosismo.
Utiliza aceite de origen vegetal, ya sea de almendras, sésamo, o de caléndula que es recomendable para bebés y pieles sensibles.
De preferencia la mamá debe estar sentada en el suelo, con las piernas extendidas, espalda bien derecha, hombros distendidos, o en una posición que sea cómoda, colocando al bebé sobre sus piernas para mantener el contacto físico. Aunque es recomendable colocar una tela impermeable ya que, por el efecto relajante, el nene vaciará su vejiga.
Comenzar con unos cortos minutos, e ir acrecentando sin un límite de tiempo, mientras sea placentero, tanto para la mamá como para el chiquitín.
El contacto visual es de gran importancia, pues comunicará a tu angelito tu inmenso cariño, estableciéndose nexos de amor duraderos y fuertes.
Antes de comenzar pediremos permiso al bebé que, aunque pequeñito, comenzará a tener conciencia del respeto a su propio cuerpo, y por supuesto esperemos la respuesta, y si no desea el masaje por el momento aceptaremos su decisión.
Frotemos las manos con el aceite para evitar que estén frías y para que se llenen de energía. Este tipo de masaje se debe dar con movimientos suaves y envolventes.
Comenzar colocando las dos manos sobre el pecho y a deslizarlas hacia fuera, siguiendo la línea de las costillas. Luego colocando al pequeño de lado tomar su brazo y hacer movimientos de torsión, masajear la palma de la mano y estirar muy suavemente cada uno de los dedos.
Poner nuevamente al bebé boca arriba y masajear la zona del vientre, delicadamente hacia abajo.
En este momento coge los piececitos con la mano izquierda para sostener las piernas alargadas y verticales. Con el antebrazo continúa masajeando el vientre.
Con las dos manos al igual que lo hicimos en los brazos, hagamos movimientos de torsión en las piernas, principiando en los muslos y terminando en los tobillos. Hacerlo varias veces.
Pasaremos a masajear la planta del pie con el dedo pulgar y con suavidad estiraremos cada dedito.
Ahora lo ponemos boca abajo para masajear su espalda, y con las dos manos haremos movimientos de vaivén, primero con la una y luego con la otra, hacia delante y hacia atrás.
Deslizar una mano por la espalda, desde la nuca hacia las nalgas. Seguir con el mismo movimiento hasta los talones, tratando de que el bebé, tenga sus piernas estiradas.
Por último, acariciaremos su carita con las yemas de los dedos, desde la frente hacia las mejillas, luego la base de la nariz muy ligeramente alternando los pulgares de arriba abajo
Déjate llevar por tu intuición y comprende que es lo que el bebé y tu disfrutan más, sin necesidad de seguir un orden estricto.
Al terminar abraza y besa a tu chiquitín por el momento maravilloso que han disfrutado juntos.
{{cta('1cfe5ec2-a2e0-441f-8786-f4dc79c415bb')}}
Escrito por:
Daniela Vega es una mamá emprendedora que ha dejado una marca significativa en el mundo digital. Fundadora de Storybook: Bedtime Stories, la aplicación líder en más de 90 países, ha impactado positivamente a innumerables familias alrededor del mundo. Además de su éxito empresarial, Daniela ha construido una comunidad sólida de más de 12.000 madres en Facebook, donde se apoyan mutuamente y comparten experiencias.
References