Cuántas veces nos ha pasado que, después de mecer, cantar y arrullar a nuestro bebé, logramos que se duerma en nuestros brazos, solo para que se despierte en cuanto lo ponemos en su cuna. Todo el esfuerzo parece haber sido en vano. ¿Existe alguna manera de trasladar al bebé a la cuna sin que despierte? Esa es una pregunta importante que vamos a explorar.
Por supuesto, para un bebé no hay lugar más cálido y seguro que los brazos de quien lo cuida, pero llega un momento en que es necesario que duerma en su propio espacio. Adaptarse al ritmo y hábitos del bebé es clave, aunque estos cambien a medida que crece. Mientras algunos pueden dormir profundamente durante horas, otros despiertan al menor ruido.
Veremos algunos puntos que pueden servirnos de ayuda para que, cuando pongamos al bebé en su cuna no se despierte:
1. Crea un ambiente acogedor:
Para asegurar que tu bebé duerma tranquilamente y facilitar la transición a la cuna, es crucial crear un ambiente acogedor que satisfaga sus necesidades de confort y seguridad. Aquí te doy algunos consejos para lograrlo:
- Temperatura adecuada: Mantén la habitación a una temperatura confortable, generalmente entre 18 y 22 grados Celsius. Los bebés duermen mejor en un ambiente ni muy caliente ni muy frío.
- Oscuridad: Reduce la cantidad de luz en la habitación. Usar cortinas opacas o un antifaz para dormir puede ayudar a simular la oscuridad de la noche, lo que promueve un sueño más profundo y prolongado.
- Sonido: Considera utilizar una máquina de ruido blanco o sonidos suaves y constantes que ayuden a bloquear los ruidos disruptivos del ambiente. Esto puede ser especialmente útil en hogares ruidosos o en áreas urbanas.
- Comodidad: Asegúrate de que la cuna sea cómoda, con un colchón firme y sábanas suaves, bien ajustadas. Evita el exceso de juguetes o almohadas grandes que podrían representar un riesgo para la seguridad del bebé.
2. Conocer los ciclos de sueño:
- Ciclo de sueño activo, en el que se mueve mucho, hace sonidos y se puede despertar fácilmente, la respiración suele ser entrecortada.
- Ciclo de sueño tranquilo en la que respira profunda y regularmente y es más difícil que se despierte. Estos ciclos se producen intercalados y pueden durar cerca de 40 minutos.
Lo que nos indica que debemos esperar a que el bebé llegue al ciclo de sueño tranquilo para poder cambiarlo de lugar.
3. Establece una rutina de sueño consistente:
Establecer una rutina de sueño consistente es fundamental para ayudar a tu bebé a entender que es hora de dormir. Aquí tienes algunos pasos que puedes incluir para crear una rutina nocturna relajante y efectiva:
- Baño relajante: Comienza la rutina con un baño tibio. El agua cálida puede ser muy reconfortante y es una señal clara de que el día está terminando.
- Masaje suave: Después del baño, un masaje suave puede ayudar a relajar aún más a tu bebé. Puedes usar técnicas de masajes relajantes como las que se encuentran en la App de Storybook, que incluyen masajes en la espalda acompañados de cuentos, combinando el tacto suave con una narrativa calmante.
- Lectura de cuentos: Leer un cuento es una actividad excelente para calmar a tu bebé antes de dormir. La lectura no solo ayuda a desarrollar su cerebro, sino que también es una forma maravillosa de vincularte emocionalmente con él.
- Canciones de cuna: Termina la rutina con unas suaves canciones de cuna. La música tranquila puede ayudar a reducir los niveles de estrés y preparar a tu bebé para una noche de sueño reparador.
4. Las siestas del bebé durante el día
Estos momentos deben ser convertirse en períodos de descanso tanto para ti como para tu pequeño, pero el proceso de hacer que tu bebé duerma durante el día puede ser justo lo contrario.
¿Cuántas siestas al día necesita ?
Los recién nacidos tardan un tiempo en desarrollar un horario de sueño, durante el primer mes, los bebés pasarán alrededor de 16 horas al día durmiendo, divididas en siestas de tres o cuatro en que se despertará para alimentarse. Podría quedarse despierto una a dos horas. Durante la noche puede ser que el bebé vaya espaciando el tiempo entre las comidas.
A medida que crecen, las horas de la siesta suelen ser más predecibles. Por ejemplo:
De cuatro meses a un año: probablemente el bebé tomará una siesta al menos dos veces al día: una por la mañana y otra por la tarde temprano, inclusive a última hora de la tarde. Deja que tu bebé duerma el tiempo de siesta que quiera, a menos que tenga dificultades para conciliar el sueño por la noche.
A partir del año: podría dejar dormir durante las mañanas.
La mayoría de los niños continúan tomando una siesta de una o dos horas hasta aproximadamente los tres años.
Sin embargo, recuerda que cada bebé es diferente y que sus horarios de siesta pueden variar.
Redactado por:
Daniela Vega es una mamá emprendedora que ha dejado una marca significativa en el mundo digital. Fundadora de Storybook: Bedtime Stories, la aplicación líder en más de 90 países, ha impactado positivamente a innumerables familias alrededor del mundo. Además de su éxito empresarial, Daniela ha construido una comunidad sólida de más de 12.000 madres en Facebook, donde se apoyan mutuamente y comparten experiencias.
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